2. OBI WAN KENOBI

Como todos los Jedi, Obi-Wan fue identificado en seguida y se le separó de su familia cuando era muy niño. Ingresó en la Orden Jedi donde fue instruido durante su juventud por el Maestro Yoda como Iniciado.
Ya como adolescente, a los trece años, el joven Obi-Wan fue asignado como aprendiz padawan al Maestro Qui-Gon Jinn, un hombre maduro y sabio aunque demasiado independiente para el gusto del Consejo Jedi. Aunque para esto tuvieron que pasar por muchas misiones e incluso un primer momento de rechazo y un segundo momento en el que Obi-Wan abandonó la Orden (ver Aprendiz de Jedi).
Qui-Gon y Obi-Wan eran muy difierentes y discrepaban en multitud de ocasiones (sobre todo con respecto a seguir o no al pie de la letra las órdenes del Consejo; Obi-Wan nunca dudaba de la sabiduría de éstas pero Qui-Gon a menudo veía más allá de ella y era más flexible), pero formaban un equipo formidable: a la hora de repartirse el trabajo, repeler agresiones, con la espada láser... Todo esto demostraba el fuerte vínculo Aprendiz-Maestro que entre ellos había, comúnmente desarrollado.
El joven Obi-Wan y su maestro se convirtieron en colaboradores de confianza del entonces Canciller Supremo Finis Valorum. Se ganaron su confianza cuando se les encomendó la misión de acabar con las actividades piratas en los sectores del Borde Exterior que se dedicaban exclusivamente a atacar las naves de carga de la codiciosa Federación de Comercio.
Qui-Gon y Obi-Wan consiguieron dar caza a los líderes del grupo pirata y acabaron descubriendo que una mano en la sombra estaba moviendo de todos los hilos, haciendo que se atacase a la Federación de Comercio. Entre estas artimañas también tuvo lugar un atentado contra el mismísimo Canciller Valorum, que fracasó gracias a ambos Jedi. A partir de entonces, la facción neimoidiana de la Federación, con el virrey Nute Gunray a la cabeza, tomó las riendas del grupo tras el asesinato de la cúpula federacional, y consiguieron formar su propio ejército.